jueves, 6 de junio de 2013

Conocimiento liquído en la comunidad del estudiante

Como muchos de vosotros sabréis, mi padre es de Argelia. Seguro que estaréis suponiendo que allí se habla un idioma diferente al español, y así es. Se habla el árabe. Desde pequeña mis padres se empeñaron en que fuera bilingüe, así fue. A cada palabra que decían en árabe, la traducían al castellano para que pudiera entender que significaban lo mismo. Con los pasos de los años he podido comprobar por mi sola lo complicado que es saber una lengua perfectamente. Cada palabra necesita un tono especial dependiendo del momento en que se dice. Si traduzco una palabra del árabe al castellano utilizando el mismo tono, la persona a la que le traduzco podría sentirse ofendida. También influye mucho la velocidad de las palabras o el lenguaje corporal que se emplea en ese momento.

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